En los cuadros de altos y medios oficiales del ejército sandinista ya eran discusiones y comentarios generalizados, acerca de la sucesión de Ortega y una mayoría de los oficiales proponía al general en retiro Omar Halleslevens, como el lógico sucesor de Ortega. El mismo Halleslevens alentaba esta propuesta a través de oficiales –principalmente jóvenes–, entre los que Halleslevens tiene mucha influencia y ascendencia desde que fue Comandante Jefe del Ejército y después Vicepresidente de la República cuando Ortega tomó la presidencia en 2007. Creándole una fuerte influencia en oficiales, clases y tropa del Ejército.
Obviamente que una futura posible presidencia para Moisés Omar Halleslevens, como sucesor de Ortega, no está en los planes de la familia Ortega-Murillo, al contrario, las aspiraciones de Halleslevens representan una alteración en los círculos del supremo poder sandinista.
Ortega cuenta con la lealtad del actual Comandante Jefe del Ejército Sandinista Julio César Avilés Castillo, quien sin duda se opone a Halleslevens y está trabajando las voluntades de todos los oficiales para que enfoquen sus lealtades en Ortega y se olviden de Halleslevens, cuya oficina fue trasladada de la Vicepresidencia a la Cancillería, como asistente del Ministro.