LOS QUE HAN LOGRADO ENTRAR A ESTADOS UNIDOS ESTÁN LLEGANDO POR MILES Y VIENEN CON MUCHAS ILUSIONES, PERO ENTRE LA GENTE BUENA LLEGAN TAMBIÉN MUCHOS SANDINISTAS PARAMILITARES ASESINOS
Conocemos el duro recorrido que tendrán que transitar los miles de nuevos refugiados nicaragüenses para conquistar su asilo político. Aunque sabemos que miles de ellos han llegado por razones económicas
Dichosamente para ellos, llegaron a Miami-Dade donde ya estaba establecida y bien estructurada una sólida Comunidad Nicaragüense con mucho más de 350,000 habitantes, sin contar una cantidad mayor de hijos, nietos y bisnietos que nacieron en Estados Unidos.
Nuestra Comunidad ha recibido a los recién llegados con aprecio y muchos han sido favorecidos con ayuda de los familiares y amigos que son veteranos de la Comunidad Nica.
Cierta cantidad de los nuevos refugiados han encontrado trabajo en las empresas nicas de Miami o han sido orientados para trabajar en empresas de otras nacionalidades.
Los negocios nicaragüense de Miami-Dade no solamente son las fritangas, hay registradas más de 25,000 corporaciones de nicaragüenses que incluyen, mueblerías, concreteras, farmacias, talleres de mecánica, salones de belleza, agencias de envíos, agencias de viajes, empresas de transporte, empresas de carga, constructoras, empresas de ingeniería y arquitectura, oficinas de abogados, clínicas de médicos y de odontólogos, empresas de multiservicios, oficinas de contadores, de taxes, de inmigración, servicios de fotografía y videos y miles de otras actividades, como importadores y exportadores que manejan sus negocios desde su hogar con eficiente tecnología. Finalmente está la gran mayoría que posee empleos de muchos niveles, desde profesores universitarios, pilotos de grandes aeronaves de carga y pasajeros, militares en todas las especialidades en las fuerzas armadas de Estados Unidos que han combatido en tres guerras, profesionales que se desempeñan con importantes cargos en industrias, comercios y muchas corporaciones.
Cuando llegamos los primeros miles exiliados en 1979, veníamos despojados de los patrimonios familiares, casas, fincas, haciendas, negocios, todo robado por los entonces «nueve comandantes», muchos veníamos de padecer cárcel. Fuimos despojados con la acusación antojadiza de que éramos «somocistas», como base y pretexto para robarse todo y finalmente nos expulsaron de la patria natal. La falsedad del pretexto se desmiente cuando millón y medio de nicaragüenses salieron de Nicaragua, si Somoza hubiera tenido ese millón y medio de su parte, nunca hubiera caído, porque en 1979 la población de Nicaragua era de 2.5 millones.
Ninguno o muy pocos de los nuevos refugiados habían nacido en 1979 cuando vivimos ese calvario, por eso expresan que su dolor es el primero y el único que ha padecido el pueblo emigrante nicaragüense.
Miami no tenía nada nicaragüense cuando llegamos, pero desde 1979 comenzamos la lucha de sobrevivencia para sustentar a las familias, seguimos la brega por el asilo político, continuamos con la batalla por los Permisos de Trabajo y después luchamos fuertemente por el estatus de Residencia Permanente que conquistamos en 1997 con la Ley Nacara, cuya aprobación se basó en la guerra librada por la Resistencia Nicaragüense, La Contra, que fue apoyada con vituallas y servicios médicos por el exilio nicaragüense de Miami.
De manera que conocemos perfectamente la situación de los nuevos refugiados que, dichosamente, tienen la base y el apoyo de la Comunidad Nicaragüense de Miami-Dade, que es la segunda en población nicaragüense después de Managua, pero con más generación económica que todo lo que Nicaragua produce y exporta.
Hemos escuchado a algunos nuevos refugiados, como reclamando beneficios, que muchos han sufrido cárcel «por seis meses y un año», eso es doloroso. Pero por supuesto que ellos no saben que entre los exiliados históricos nicaragüenses tenemos exprisioneros políticos que estuvieron casi once años encarcelados y torturados, y hoy son exitosos empresarios.
También tenemos en esta Comunidad, miles de oficiales y soldados que combatieron con las armas contra el sandinismo y los millares de mercenarios «internacionalistas».
Están llegando gran cantidad de nuevos refugiados a nuestra Comunidad Nica, y han encontrado un ambiente familiar, acogedor, donde pueden comunicarse con el mismo lenguaje nica.
Para beneficio de los recién llegados, nos permitimos ofrecerles algunas recomendaciones.
Primero, la solicitud de asilo político no se puede basar en la situación política de Nicaragua. No se puede llegar a la oficina de inmigración de EE.UU. a decir que se solicita asilo político «porque en Nicaragua hay una dictadura y una represión brutal». Para los oficiales de migración eso no es causal de asilo. El solicitante debe demostrar que él es perseguido por el régimen sandinista, y además debe demostrarlo con documentación, como órdenes de captura, o con recortes de periódicos que contengan el reportaje de la persecución gubernamental en su contra.
Algunos mencionan en inmigración que en Nicaragua no hay empleos, que la situación económica es precaria. El oficial de inmigración ya sabe todo eso, pero eso no justifica que le concedan el asilo político.
El peticionario de asilo político debe asesorarse con un buen abogado de inmigración o de una de las muchas oficinas nicas que ofrecen servicios de inmigración.
Como los nuevos refugiados crecieron en la época de los sandinistas, corren el peligro, en su desesperación, de presentar documentos falsos. ese es un pecado que no pueden cometer, porque la tecnología del gobierno de Estados Unidos los descubre rápidamente.
Otro problema consiste en que confundidos entre las buenas personas, vienen paramilitares sandinistas asesinos y violadores de los derechos humanos, infiltrados con papeles falsos que consiguieron, comparándolos a sus amigos policías sandinistas, por ejemplo, con órdenes de captura, haciéndose pasar por opositores perseguidos y hasta como miembros de las organizaciones Azul y Blanco. Estos criminales deben ser denunciados a las autoridades para que los procesen y sean deportados.