«Esperé que amaneciera para entrar al centro de Managua y documentar fotográficamente la destrucción de Managua por el terremoto del 23 de Diciembre de 1972. Por varios años mi padre y yo habíamos tomado miles de fotos de Managua desde 1948 a 1972, con esas fotos hice dos libros de como era la Vieja Managua, antes de su destrucción». Este fue parte del testimonio del Lic. Nicolás López Maltez a Univisión 23 en 1997 cuando publicó la primera edición de su libro. En esta foto de la 2da. Avenida Sur Este, donde estaba el Cine Tropical, la casa y clínica del Dr. Manuel Matus (la del balcón a la izquierda de dos pisos), la tienda Najlis, el edificio de La Mecatera de 4 pisos construido de concreto, que aparece en primer plano con la planta baja con el primer piso aplastado. Atrás se ven los gigantescos incendios de los mercados Central y San Miguel. El gobierno Bolaños hizo de esta foto una estampilla y aparece en varios libros, incluyendo el libro del Gral. Somoza Debayle y circula profusamente en las redes sociales, al igual que cientos de fotos copiadas de los dos libros del Lic. López Maltez.
El gobierno del Gral. Somoza decretó Ley Marcial y Toque de Queda, pero eso no impidió la «robadera» de gente que llegaba de los barrios periféricos en carretones y de otros departamentos en camiones. Saqueaban supermercados, almacenes de todo tamaño y casas particulares. Y es que no había policías ni Guardias Nacionales, pues todos tenían familias y abandonaros sus puestos para socorrer a sus familias, la mayor parte de guardias era de otros departamentos, pero ellos creyeron que el terremoto era en todo Nicaragua y se fueron. Después trajeron guardias de los comandos departamentales, pero el saqueo no se detuvo.
El terremoto derribó 60,000 viviendas y edificios grandes y pequeños. Somoza ordenó que todas las miles de toneladas de los escombros se utilizaran como relleno en la costa del lago de Managua, para la futura construcción de un puerto lacustre, por eso fue posible hacer el actual puerto en el malecón de Managua. Sin aquellos escombros eso no hubiera sido posible.
Lo más doloroso fue la pérdida de más de 10,000 vidas víctimas del terremoto y de las malas construcciones, muchas de las cuales ya estaban fracturadas desde el terremoto de 1931, pero se autorizó la «reparación», que fueron simples maquillajes de repello, como ocurrió
con la Casa Presidencial que colapsó en el terremoto de 1972, pero estuvo fracturada desde 1931.
A eso se sumó la corrupción e irresponsabilidad de muchos constructores –ingenieros y arquitectos–, que cobraban completo, pero se embolsaron millones «ahorrando hierro y cemento», como ocurrió con el edificio del Banco Central, el Palacio de Justicia, el edificio del Ramírez Goyena y cientos más que causaron miles de muertos. Y es que «los terremotos no matan, lo que mata son las malas construcciones», como lo hemos demostrado en nuestros dos libros.
La Casa Presidencial fracturada por el terremoto de 1931, «reparada con maquillaje de repello», colapsó totalmente, como se ve en la foto hecha pedazos, en el terremoto de 1972, prestó servicio a varios presidentes por 41 años, ignorando que era una trampa mortal. Calle Santo Domingo, cuadra de los Laboratorios Bengoechea. Las familias sobrevivientes rescatando los enseres que pueden, mientras los incendios avanzan desde los mercados Central y San Miguel. El barrio Santo Domingo es otro de los tradicionales que desapareció con todas sus casas y edificios destrozados por el terremoto de 1972. A la izquierda las ruinas del barrio La Bolsa aledaño a la Catedral. A la derecha la imagen patética de una madre y su hija víctimas mortales del terremoto, aplastadas por las malas construcciones. El Gral. Anastasio Somoza ordenó que los escombros de las 60,000 casas y edificios de Managua se usaran para rellenar las aguas costeras del lago Xolotlán, para la futura construcción de un puerto lacustre. Somoza no tuvo tiempo de hacer ese puerto, pero recientemente lo construyó la vicepresidente Rosario Murillo, gracias al relleno que hizo Somoza. Los barrios San Antonio, San Sebastián, Candelaria, Santo Domingo y el centro de Managua, desaparecieron hechos escombros, porque después del terremoto de 1931 repararon casi todas las casas con un simple maquillaje de repello para ocultar las fracturas estructurales y venderlas. 41 años después se produjo el terremoto de 1972 y todos esos barrios colapsaron cayendo sobre la población y matando a más de 10,000 managuas. Todas las iglesias de Managua hubo que demolerlas, incluso la de esta foto: San Antonio. Solamente sobrevivió Santo Domingo, construida por el Padre Belamendia, S.J. Edificio construido por empresa panameña en calle 27 de Mayo. Construyó varios porque «cobraba barato» todos cayeron. La embotelladora San José colapsó y no volvió su rica naranja. Los incendios provocados por el terremoto continuaron por dos por semanas.