El Huracán Eta atacó primero Zelaya Norte, el martes 3 de Noviembre tocó tierra entre la desembocadura de Río Wawa y Haulover, cerca de Puerto Cabezas como huracán categoría 4. Hizo destrozos en el vértice de Zelaya Norte, avanzó al Triangulo Minero, Siuna y Rosita, se fue debilitando a Depresión Tropical hacia San José de Bocay y Norte de Wiwilí. Salió para Honduras la noche del miércoles 4 de Noviembre. Atacó Guatemala, Cuba, La Florida y North Carolina.
El 16 de Noviembre el poderoso huracán Iota entró por Puerto Cabezas…
alcanzando casi categoría 5, que es la máxima intensidad en la escala SaffirSimpson.
El huracán Iota devastó Zelaya Norte, Jinotega Norte y Nueva Segovia, antes de cruzar la frontera hacia el sur de Honduras, convertido en tormenta tropical y penetrar a la república de El Salvador.
Los estragos materiales y muertes en Zelaya Norte son cuantiosos. Decenas de miles de pobladores de Zelaya Norte, Puerto cabezas y zonas aledañas y del Triángulo Minero, que fueron evacuados antes de que el huracán Iota impactara , comenzaron a regresar a sus hogares el jueves 19 de Noviembre, encontrando la mayoría de sus hogares totalmente destruidos o inhabitables tras ser arrasados por los vientos de 260 kilómetros por hora y los torrenciales aguaceros. Muchos encontraron refugio en Prinzapolka y en Kuanwatla.
En Zelaya Sur donde los daños fueron menores, pero también hubo considerables inundaciones, cientos de evacuados retornaron a sus hogares a la Barra de Río Grande, a Sandy Bay Sirpi, Laguna de Perla, a Senet Point y otras localidades.
Desapareció Walpasiksa
La generalizada destrucción de las viviendas en la comunidad de Walpasiksa, fue evacuada casi toda la población en lanchas y dos barcos de la empresa pesquera Copescharly y trasladada a refugios en Puerto Cabezas.
El poblado indígena de Walpasiksa, situado a 60 kilómetros al sur de Puerto Cabezas, prácticamente desapareció por la fuerza del huracán Iota.
A Walpasiksa, ubicada frente al mar, exactamente donde penetró Iota, solamente se llegaba por lanchaes. Tenía una población de 2,200 miskitos. Sin embargo, el apego del hombre a su tierra y su heredad, es seguro que los pobladores reconstruirán su amado pueblo indígena Walpasiksa.
Contrario a las dos semanas torrencialmente lluviosas y densamente nubladas entre los huracanes Eta y Iota, aún estando los ríos con fuertes corrientes caudalosas, el sol comenzó a brillar desde el jueves 19 de noviembre, comenzando a levantar el ánimo de los damnificados que por largo tiempo estuvo en la angustia y la tragedia.
En Puerto Cabezas hay una febril actividad de limpieza de escombros, rescate de materiales que pueden reutilizarse y la reparación de viviendas y edificios. En todas las calles de Puerto Cabezas, capital de Zelaya Norte, cayeron derribados árboles y postes de servicio eléctrico, obstaculizando las calles, el estadio municipal quedó tan dañado que de su estructura queda muy poco y el muelle de Puerto Cabezas que resistió al huracán Eta, quedó totalmente destrozado bajo el impacto mayor del huracán Iota, dejando al puerto sin el servicio de barcos que es la vía donde le llegan a Puerto Cabezas los principales suministros de alimentos, combustibles y todos los materiales que require la vida de la población.
Todo más caro, no hay trabajo y gobierno no ayuda
El gobierno no ha realizado un recuento de los daños en Puerto Cabezas ni en otras zonas de Zelaya Norte. Lo que es evidente es que la ciudad está arrasada casi por completo, y no solamente Puerto Cabezas sino también todas las poblaciones de la región.
La ciudadana Azucena Hompris, residente de Puerto Cabezas, en declaraciones a la agencia española EFE, denunció las deficiencias y la corrupción que el régimen sandinista ejecuta politizando la tragedia.
«El huracán Eta dejó mi casa de un lado, saqué un crédito privado y cuando la estábamos reparando vino el huracán Iota y la dobló de viaje del lado que no habíamos reforzado, fue duro, pero además de vivienda todos necesitamos alimentos. Mi familia vive del mar y ahorita no hay trabajo, ya no hay muelle. La gente que puede y trae alimentos y suministros está especulando con todo, todo está más caro y la ayuda que viene sólo la reparten entre los sandinistas».
La denuncia de Azucena Hompris no es la única voz, toda la población se ha quejado de lo mismo, el pueblo en general que no se mete en política y también los grupos opositores que incluso hicieron un llamado a la sociedad nicaragüense a desobedecer al régimen sandinista y organizarse para ayudar a los damnificados de los dos huracanes.
La ira de la población afectada por los huracanes, se debe también a que el régimen sandinista prohibió que organizaciones privadas, empresas comerciales, personas altruistas particulares suministren ayuda a los damnificados, y que esa ayuda debe ser entregada al régimen para que sean ellos los que la distribuyan, lo cual es la base de la corrupción para que esa ayuda nunca llegue a los necesitados.
Unicef pide ayuda urgente para Centroamérica
El Fondo de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) hizo un llamado a los donantes para reunir 42,6 millones de dólares con el objeto de responder a las necesidades más urgentes de unas 646.000 personas afectadas por los huracanes Eta e Iota en América Central.
Los fondos que logre reunir UNICEF se destinarán a comunidades golpeadas en Nicaragua, Honduras, Guatemala y Belice.
En total, UNICEF señaló que Eta afectó en toda la región a unos 4,6 millones de personas, incluidos 1,8 millones de niños, antes de la llegada de Iota.
«Creíamos que el huracán Eta era malo, pero el huracán Iota puede terminar siendo incluso peor para los niños en Centroamérica», declaró Bernt Aasen, director regional de UNICEF para Latinoamérica y el Caribe.
Según explicó Aasen, la suma de los dos huracanes en las mismas zonas en un período de menos de dos semanas ha sido devastadora y las necesidades humanitarias de familias y niños son «inmensas y siguen creciendo cada día». Explicó que necesita 42,6 millones de dólares para atender a más de 646.000 personas, entre ellas 327.000 niños, con servicios y productos básicos.
Cifra de muertos por el huracán Iota aumenta cada día.
Tomado de Agencia Europa Press
Según el primer recuento informado por la agencia Europa Press, más de 40 personas han muerto en Centroamérica y Colombia por el paso del fenómeno meteorológico Iota, que tocó tierra como huracán de categoría 5 el lunes 16 de noviembre en Nicaragua y, disipado en El Salvador, ha causado fuertes lluvias con grandes inundaciones en la región.
El balance incluye al menos 18 víctimas mortales en Nicaragua, 16 en Honduras, dos en Panamá, Guatemala y Colombia y una más en El Salvador. Las dos últimas registradas corresponden a Honduras y Panamá. Las víctimas registradas en Colombia no corresponden al territorio principal de Colombia, sino a la isla San Andrés que está en la plataforma continental de Nicaragua.
La Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) de Honduras y los Bomberos hondureños han confirmado este jueves dos fallecidos más y han agregado que dos personas permanecen desaparecidas. De los fallecidos, 14 lo hicieron soterrados, debido a deslaves causados por las intensas lluvias.
El comisionado de COPECO, Jaime Omar Silva, ha alertado de que Honduras permanece en alerta máxima debido a que se prevén más crecidas de los ríos y ha instado a la población de las zonas afectadas a abandonar sus hogares. Según la autoridad hondureña, los ríos Ulúa, Chamelecón y Choluteca podrían registrar crecidas.
El pueblo damnificado de Honduras se vio ampliamente favorecido por el gobierno de la república de El Salvador, que por iniciativa del presidente salvadoreño Nayib Bukele, envió una enorme caravana de camiones con toda clase de ayuda para los hondureños necesitados: alimentos, ropa, frazadas, colchones, casas de campaña, medicamentos, etc.
Unión Europea activó entrega de $10.7 millones de dólares para ayuda a damnificados.
La Unión Europea (UE) y el Banco Mundial firmaron en 2016 un acuerdo para un aporte de 14 millones de euros de la UE a un Fondo Fiduciario con Múltiples Donantes, al que también contribuyeron adicionalmente Estados Miembros, para facilitar el acceso de los gobiernos de los países de América Central y la República Dominicana a un seguro de bajo costo y alta calidad para riesgos de catástrofes que se denominó Facilidad de Seguros contra Riesgos Catastróficos en el Caribe (CCRIF). La activación del seguro, luego de la situación de emergencia provocada por los huracanes Eta e Iota, le permitió al régimen de Ortega recibir un pago de US$10,7 millones para poner en práctica las actividades de emergencia y continuar garantizando el acceso a servicios críticos.