ESTABA EN PLENO DESARROLLO CUANDO LA DESTRUYÓ EL TERREMOTO DE 1931
Todavía quedan sobrevivientes del terremoto de 1931 que destruyó a La Antigua Managua, pero su memoria se ha desvanecido. No obstante esa memoria sobrevive gracias a la historia: crónicas, fotografías, documentos y algunos monumentos. La parte negativa son los prejuicios y desinformación de las generaciones que nacieron mucho después de la catástrofe del Martes Santo de aquel 31 de marzo de 1931, incluso que nacieron después del terremoto de 1972.
La historia de la ciudad de Managua se inició con la Managua precolombina, que era una ciudad alargada que comenzaba en Tipitapa y terminaba en Chiltepe, un cordón de ranchos de varejones, horcones y techos de paja, viviendas primitivas pero perfectamente antisísmicas que experimentaron muchos terremotos en sus casi 700 años de existencia, sin sufrir ni una sola víctima entre sus 40,000 habitantes.
Los conquistadores españoles destruyeron la Managua precolombina y escogieron el centro para construir una Managua al estilo ibérico. A los arquitectos les pareció ideal el declive entre el volcán Tiscapa y el lago Xolotlán que garantizaba un buen drenaje.
Lo que ignoraban esos arquitectos conquistadores es que ubicaron la Managua española en una zona muy pintoresca, pero en las faldas de un volcán y una zona altamente saturada de fallas sísmicas, pero eso lo ignoraban totalmente. Además introdujeron en las construcciones el adobe y los techos con las pesadas tejas de barro que han causado víctimas letales en cada terremoto.
En lo que podríamos llamar «la época moderna», las causas de decenas de miles de muertos en cada terremoto, tanto en 1931 como en 1972, ha sido la corrupción de muchos constructores que construyen mal para ganar más, aprovechándose de la ignorancia y la buena fe de los propietarios que confían en los constructores creyéndolos honestos.
Sobre esto existe una frase axiomática: «Los terremotos no matan, lo que mata son las malas construcciones».
En 1931 murieron 1,500 managüenses; en 1972 murieron más de 10,000. ¿Cuantos managüenses más morirán en el futuro terremoto aplastados por las malas construcciones de los constructores corruptos?
Existe una solución: que los propietarios salgan de su ignorancia y aprendan sobre construcción para supervisar sus viviendas y edificios dentro de los cuales estarán ellos y sus familias a la hora del próximo terremoto, porque los terremotos en Managua no han terminado y con toda seguridad habrá muchos terremotos en los siguientes milenios.
De La Antigua Managua quedan muy pocas huellas. La más importante es el Monumento a Montoya, inaugurado en enero de 1909 para honrar la victoria del Ejército de Nicaragua en la Batalla de Namasigüe que se libró cerca de Choluteca Honduras en marzo de 1907 contra los ejércitos combinados de El Salvador y Honduras. Otro monumento menor, El Obelisco del Siglo XX todavía está en el Parque Rubén Darío desde el 1ro. de enero de 1900. Varias otras construcciones que sobrevivieron al terremoto de 1931, colapsaron en 1972, como el Inst. Pedagógico La Salle, el Club Social Managua y el Palacio del Ayuntamiento.