EL PAÍS QUE LES HA DADO LIBERTAD, SEGURIDAD, DERECHOS Y FUTURO CONQUISTADOS CON HONOR Y TRABAJO HONRADO
Desde mediados del siglo XIX comenzaron a llegar y radicarse nicaragüenses en EE.UU., principalmente en San Francisco de California, que era la terminal de los barcos de Vanderbilt que transportaban pasajeros de Nueva York a San Francisco.
Era la Ruta del Tránsito por Nicaragua que comenzaba en San Juan del Norte, navegaba el río San Juan, el lago Cocibolca, transitaban en diligen-cias desde La Virgen a San Juan del Sur donde abordaban los barcos para San Francisco. En esos barcos viajaron muchos nicas en calidad de tripulación, porque los norteamericanos que llegaban en el viaje desde Nueva York, se ofrecían a trabajar a cambio de ser transportados a San Francisco, pero no regresaban. Por ello contrataban en San Juan del Sur a nicaragüenses para trabajar como tripulantes, pero muchos, al llegar a San Francisco, donde no les permitían salir del barco, se lanzaban al agua por las noches y llegaban a tierra en la oscuridad, internándose e iniciando una nueva vida trabajando para los mineros afanados en La Fiebre del Oro. Desde entonces San Francisco fue la ciudad con más población nicaragüense en EE.UU., seguida por la vecina ciudad de Los Ángeles.
En 1977 –conforme al censo de 1970– vivían en Miami 519 nicas, muchos de ellos trabajaban en La Nica Airlines, en Mamenic Lines, ambas propiedad de la familia Somoza, y en el Consulado de Nicaragua del gobierno de los Somoza.
Con la entrega del poder que el presidente Carter hizo a los sandinistas y la instrumentalización que Fidel Castro hizo en Nicaragua para contaminarla con el comunismo cubano, desató una brutal represión con 45,000 presos políticos, cientos de asesinados y todo el pueblo de Nicaragua sometido a la ciega obediencia y a la miseria.
El éxodo fue un acto reflejo, miles de familia enteras escaparon del sandinismo, abandonando viviendas, negocios, fincas y vidas. Unos se fueron a Costa Rica, otros a Honduras y a otros destinos; pero la gran masa de nicaragüenses refugiados políticos se fue a Estados Unidos, principalmente estableciéndose en el Condado Miami-Dade. En pocos años estábamos en Miami 175,000 nicas, según el censo de 1980, para 1990 la cifra de nicas superó los 350,000, convirtiéndose Miami-Dade en la capital nicaragüense de EE.UU. y la segunda en población después de Managua. En estos 43 años, desde 1979, las familias de los exiliados nicaragüenses han procreado miles de hijos, nietos y bisnietos, todos nativos de EE.UU., que ya superaron la cifra de los que llegamos solicitando asilo en 1979, ninguno –talvez muy pocos–, llegaron por razones económicas, todos éramos refugiados políticos, y la enorme mayoría, con el paso de los años, adoptaron la ciudadanía estadounidense. Esa es la razón de la gran celebración que la Comunidad Nicaragüense de Estados Unidos realiza con patriotismo el Día de la Independencia, cada 4 de Julio.
Los descendientes de las familias nicaragüenses que llegamos en 1979 y años siguientes, han demostrado que los nicas somos una comunidad que ha conquistado grandes posiciones como rectores de universidades, científicos, profesionales de alto nivel e incluso oficiales de la NASA y de las fuerzas armadas estadounidenses que han combatido con eficiencia y heroísmo en todas las guerras libradas por EE.UU. en el mundo. Pero también con el demostrado trabajo honrado, los nicas ganaron todos los derechos ciudadanos en Estados Unidos y por tanto tienen todo el derecho de celebrar con mucha razón el 4 de Julio.