NINGUNA IGLESIA CATÓLICA ESTÁ SIENDO ACOSADA Y PERSEGUIDA COMO EN NICARAGUA Y SUS SACERDOTES Y OBISPOS AMENAZADOS CON CÁRCEL Y HASTA DE MUERTE
Ninguna Iglesia Católica de América Latina está padeciendo el acoso y persecución como la Iglesia Católica de Nicaragua, pero la feligresía nicaragüense ha visto con resentimiento que el Papa Francisco nunca se ha referido y menos emitido una protesta o una declaración en defensa de su Iglesia Católica de Nicaragua ni en defensa de sus Obispos y sacerdotes que están siendo amenazados hasta de meterlos en la cárcel como ya ocurrió con el padre Manuel Salvador García párroco de Nandaime. Otro caso reciente ha sido el del sacerdote Harving Padilla, párroco de la Iglesia San Juan Bautista de Masaya que ha sido víctima de acoso, persecución y la policía sandinista mantiene sitiado el templo impidiendo el acceso a los feligreses.
Tampoco el Pontífice se ha manifestado en defensa de los presos políticos de Nicaragua. Mons. Silvio Báez, que fue el primero en ser expatriado por el Vaticano, sostuvo un encuentro con el Papa Francisco en noviembre de 2021 y le entregó una lista de los presos políticos y al parecer Francisco se comprometió a interceder por la liberación de los presos políticos, así lo aseguró Mons. Báez, en noviembre de 2021, pero ha transcurrido más de medio año, la lista de los presos políticos está aumentando y los obispos han sido objeto de acoso policiaco, algunos han tenido que salir al exilio, como el padre Edwing Román y el mismo Mons. Silvio Báez, exiliados en Miami, y el Papa Francisco no ha hecho nada.
La Iglesia católica de Nicaragua ha sido atacada por el régimen de Ortega desde la caída de Somoza y el pueblo católico de Nicaragua, al ver la clara indiferencia del Papa Francisco se está formando el peor concepto que la feligresía pueda formarse del Pontífice, calificándolo incluso de izquierdista y hasta de socialista por decir lo menos.
Los templos han sido apedreados y atacados con armas de guerra en 2018. Las turbas sandinistas incendiaron la imagen venerada de la Sangre de Cristo. Se ha impedido el ingreso a los templos con bloqueos de patrullas de la policía sandinista.
Los sacerdotes y los obispos han sido amenazados con cárcel y de muerte, expresando que «a las sotanas le entran las balas». El régimen de Ortega ordenó sacar al aire la programación al Canal 51, el Canal Ctólico de Televisión de la Conferencia Episcopal, dirigido por el obispo Rolando Álvarez, quien inició un ayuno indefinido tras ser objeto de persecución de la policía sandinista. El anuncio se dio a conocer a menos de 24 horas después de que monseñor Rolando Alvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, y director del canal Católico, denunciara persecución policial en su contra, motivo que lo llevó a refugiarse en la parroquia del Santo Cristo de Las Colinas, en Managua.
Pastores católicos y feligreses se enfrentan a las turbas políticas del régimen y gritan a voz en cuello que la Iglesia nicaragüense nunca había sufrido esta guerra de ningún gobierno, y señala concretamente que «en tiempos de los Somoza y de la Guardia Nacional, la Iglesia Católica y todas las iglesias cristianas siempre fueron respetadas».
Pero lo que más perturba a la feligresía católica es que el Papa Francisco pareciera estar a favor del régimen de Ortega, pues con su manifiesta indiferencia es a Ortega al único que beneficia.