BIDEN FUE IMPUTADO COMO «SOCIALISTA» Y NO TIENE INTERÉS EN CONFIRMAR ESA ESPECIE SINO DESVIRTUARLA
En la edición anterior de La Estrella de Nicaragua enfatizamos que a Joe Biden lo tildaron tantas veces de «comunista» y de «socialista», que ahora que ganó la presidencia tiene interés en demostrar lo contrario y eso se demuestra castigando a los regímenes y dictaduras comunistas de América Latina y del mundo. Además Biden tiene razones importantes para alejarse de los camaradas latinoamericanos porque –si Dios le presta vida–, va a buscar ganar las elecciones para un segundo período –2024-2028–, y para eso le interesa ganar los votos de los nicaragüenses, cubanos y venezolanos que tienen ciudadanía norteamericana que no son pocos (por esos votos Biden perdió el Estado de La Florida que ganó Trump).
De modo que las sanciones continuarán contra Ortega, Maduro y Díaz Canel. Si bien es cierto que por su cercana alianza con Barak Obama, restablecerá –aunque sea parcialmente–, los acuerdos que Obama hizo con Cuba.
Pero en el caso de las relaciones con Ortega, las cosas son diferentes, pues su aliado Obama no hizo ningún acuerdo con los sandinistas. Así lo advirtió el Embajador de Estados Unidos en la OEA, Carlos Trujillo, revelando que agentes norteamericanos (casi seguramente de la CIA), han contactado a funcionarios sandinistas para advertirles que podrían ser sancionados, a menos que actúen como les piden esos agentes. A raíz de las declaraciones del Embajador Trujillo, la vicepresidenta Rosario Murillo sorprendió al hablar de que existe otro tipo de «traidores» en Nicaragua. Normalmente se refiere a los opositores a su gobierno, como «traidores a la patria».
El pasado 15 de octubre la vicepresidente de Nicaragua reveló que hay «traidores» dentro del gobierno sandinista y en las filas del FSLN: «Hay otros que son traidores; un poquitito gentes insignificante, esos puchos insignificantes, traidores. Algunos, que salieron de estos caminos, traidores, doblemente traidores. Y otros que son históricamente traidores, desgraciadamente para ellos», esta última frase: «desgraciadamente para ellos», significa una amenaza si el régimen descubre quienes son los «traidores dentro de su gobierno y dentro de su partido».
Pero no solamente nosotros vemos como poco probable que Joe Biden se acerque amistosamente a Ortega, sino instituciones criterio en los últimos días.
Esto es lo que publicó el periodista Houston Castillo Vado de la Voz de América, que es la radiodifusora del estado norteamericano:
La administración de Ortega espera cambios en cuanto a la relación de Estados Unidos con Nicaragua tras la confirmación de Joe Biden como presidente electo, sin embargo, analistas consultados por VOA Noticias indican que es poco probable un acercamiento entre ambos personajes (Biden-Ortega), tras la crisis desatada en abril de 2018, que dejó más de 300 muertos, denunciados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Y agregó en su reportaje sobre el régimen de Ortega en Nicaragua:
La ratificación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de un decreto emitido el pasado 27 de noviembre, el cual declaraba al régimen de Nicaragua como una amenaza para la seguridad norteamericana, ha generado posiciones encontradas en Managua.
El régimen de Ortega ha criticado la prórroga de la orden ejecutiva, mientras que la oposición considera que era algo previsible ante la continuidad de Nicaragua bajo el control ilegal y dictatorial de Ortega en su obsesión autoritaria.
El político José Pallais, miembro de la opositora Coalición Nacional, indicó a la Voz de América que era de esperar dicha ratificación «por cuanto la situación en Nicaragua no ha variado».
«El régimen de Ortega mantiene la represión cerrada y se resiste a procesos democráticos y mantiene relaciones de amistad con gobiernos que Estados Unidos ha catalogado un riesgo para sus intereses, como Venezuela, Cuba, Irán y Rusia», indicó Pallais.
La orden ejecutiva emitida el 27 de noviembre de 2018 incluyó sanciones a varios personeros del gobierno y del entorno más cercano a Ortega, incluyendo su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y su asesor de seguridad, Néstor Moncada Lau.
A esto siguieron varias sanciones dictadas por Estados Unidos contra 24 funcionarios y allegados al gobernante sandinista, incluidos tres de sus hijos, así como ministros, jefes de policía y del ejército y al menos seis empresas ligadas a la familia presidencial.
El gobierno de Estados Unidos acusó a esas figuras de cometer violaciones de derechos humanos tras las protestas que estallaron en abril de 2018, donde la represión estatal dejó como saldo 328 civiles muertos, cientos de heridos y detenidos, así como unos 100.000 emigrados, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
El presidente estadounidense Donald Trump extendió nuevamente la orden ejecutiva manteniendo una emergencia nacional ante la crisis política y social de Nicaragua por considerarla una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos”.
Trump envió una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, informando que notificó al Registro Nacional que la emergencia dictada en 2018 seguirá vigente después del 27 de noviembre de 2020.
Según el mandatario, en Nicaragua persiste “la respuesta violenta del gobierno de Nicaragua a las protestas que comenzaron el 18 de abril de 2018 y el desmantelamiento y socavamiento sistemático de las instituciones democráticas y el estado de Derecho por parte del régimen de (el presidente Daniel) Ortega”.
Fukuyama:
Biden no apoyará populistas de izquierda
El politólogo Francis Fukuyama, que le puso fin a la historia a finales del Siglo XX, no cree que el presidente electo de los Estados Unidos apoyará a los líderes populistas de izquierda en América Latina, entre los que se cuenta el sandinista Daniel Ortega.
Francis Fukuyama es un politólogo estadounidense y uno de los más importantes del mundo, que ha escrito sobre una variedad de temas en el área de desarrollo y política internacional. Su libro El fin de la Historia y el último hombre, publicado por Free Press en 1992, ha sido traducido a más de 20 idiomas. Fukuyama de ancestros japoneses, nació el 27 de octubre de 1952 (edad 68 años), en Hyde Park, Chicago, Illinois, Estados Unidos. Es graduado en las universidades de Yale, Harvard y Cornell.
En una entrevista por los 75 años del diario El Clarín, de Argentina, Fukuyama advirtió “sobre los modos en que los gobiernos populistas agravaron la pandemia. Y dio sus pálpitos sobre cómo será la presidencia de Joe Biden”.
Miguel Wiñazki, conductor de la entrevista a Francis Fukuyama sobre el tema El virus y los populismos, le preguntó: «La izquierda de pronto justifica o encubre crímenes atroces como los que ocurren en Nicaragua o en Venezuela, la Argentina sostiene una posición muy ambigua hacia Venezuela. ¿Qué opinaría Biden, que conoce bien las dictadura actuales e históricas de América Latina?»
La respuesta de Fukuyama fue: «No estoy seguro de cómo lidiará con eso. Me parece que va a ser diferente de Trump, que no tenía una política al respecto. Casi todo lo que hizo con respecto a la región lo hizo estrictamente con propósitos domésticos. Quizás Biden abra un poco más las líneas de comunicación con el gobierno de Buenos Aires pero me parece que no es el típico político de izquierda que automáticamente va a apoyar a ese tipo de populismo de izquierda. Me parece que va a ser mucho más escéptico al respecto».
En general las opiniones más calificadas están en contra de las dictaduras de izquierda como la de Ortega, en todo caso el tiempo de conocer la verdad está muy cerca.