Nicas del Exterior enviando más remesas en 2014.
Ortega no crea empleos, pero exporta humanos para que envíen remesas.
En los círculos de poder del orteguismo se desata la alegría eufórica cada vez que se anuncia el crecimiento de las remesas familiares.
Economistas, diputados orteguistas, políticos de todos los colores, y otra gente inconsciente de Nicaragua, refiere el aumento de remesas como si se tratara de un éxito del régimen orteguista, y no del sacrificio del millón trescientos mil nicaragüenses que tuvieron que salir de Nicaragua para ayudar a sus familias.
Pero aunque la idea de los desterrados es ayudar a las familias, los más de mil millones de dólares anuales, terminan en las bolsas del régimen y sus adláteres.
En los primeros cuatro meses de 2014, de Enero a Abril, se reportan –oficialmente–, U$368.3 millones de dólares que llegan principalmente de los nicaragüenses radicados en Estados Unidos. Y decimos oficialmente, porque esa cifra entró por la vía bancaria, pero se incluye el enorme flujo de dólares en efectivo que llevan personalmente a sus familias y familias de amigos, los casi 20,000 gringos caitudos que cada mes viajan a Nicaragua –donde son clasificados como turistas extranjeros–, sin que haya registro ni cifras de esos casi seguramente más millones que los que se envían por los bancos.
Las cifras de este primer cuatrimestre superar a las del mismo período del 2013 y en 2015 serán superiores que en 2014, porque el orteguismo no crea empleos en Nicaragua, ni está interesado en crearlos, sino en exportar nicaragüenses. Mejor negocio que exportar oro, café, bananos, azúcar y maní. Es la trata humana institucionalizada y masiva.
¿Qué significa que las remesas aumenten cada año? Pues simplemente que la miseria sigue aumentando, aunque la propaganda diga que en Nicaragua se vive bonito bajo el orteguismo.
Una caterva de economistas con brillantes curriculums, aparecen en los medios hablando de las bondades de las remesas familiares, pero no mencionan ni una sola palabra de la falta de empleos en Nicaragua. Tampoco exponen cómo se derrochan esas remesas en casinos, drogas, discotecas, alcoholismo, vanidades, un porcentaje en comida, ropa y casi nada en educación.
El economista Mario Arana que fue ministro mimado del gobierno de bolaños y hoy está enraizado con el orteguismo, declaró: «las remesas son un factor positivo para el consumo interno, pues dinamizan la economía», para decir eso no era necesario obtener un Ph.D. en Texas.
A los medios de comunicación de Nicaragua no les gusta decir que el mayor flujo -y con mucho–, de remesas llega de Estados Unidos, siempre ponderan y recalcan las escuálidas remesas que envían los braceros nicas que realizan trabajos básicos en Costa Rica.
Por eso extraña la declaración juiciosa de Ovidio Reyes, presidente del Banco Central de Nicaragua, afirmando: «el aumento en el crecimiento de las remesas se ha dado porque en Estados Unidos, principal emisor de estas divisas a Nicaragua, hubo una mejora en el empleo hispano». Y tiene razón don Ovidio, son los empleados, los trabajadores, los que más remesas envían a Nicaragua. Pero tampoco don Ovidio cuantifica lo que llevan los 20,000 turistas caitudos mensuales, que podría superar lo que llega por el sistema bancario.
Los ingresos en estos primeros cuatro meses del año provinieron principalmente de Estados Unidos y Costa Rica. Y en menor cuantía de España, Panamá, El Salvador, Canadá y México.