AMPARÁNDOSE EN LA CONSTITUCION DE ESTADOS UNIDOS, MILES DE MUJERES TURISTAS CON VISA ENTRAN A ESTADOS UNIDOS AL FINAL DE SUS EMBARAZOS, PARA QUE SUS HIJOS SEAN NORTEAMERICANOS
El presidente Trump ordenó capturar 1,500 indocumentados cada día, sean o no criminales, narcotraficantes o terroristas. La vocera de la Casa Blanca explicó que cualquier inmigrante que cruce ilegalmente la frontera se convierte en criminal, porque es un violador de las leyes de los Estados Unidos.

Supuestamente la orden presidencial tiene como propósito la deportación a todos los once millones (11,000,000) de inmigrantes ilegales indocumentados.
Potencialmente los 1,500 ilegales capturados cada día tendrán que ser deportados, esto significa la deportación de 547,500 cada año (1,500 diarios por 365 días) y para limpiar a los Estados Unidos de once millones de indocumentados (11,000,000) serán necesarios más de 20 años, en cálculos de simple aritmética.

Resulta imposible para el presidente Trump cumplir la deportación de once millones de ilegales, porque es igualmente imposible que él permanezca en la presidencia por más de 20 años.
Otros gobiernos necesariamente tendrán que ser electos a partir de 2029 que aplicarán políticas iguales, peores o diferentes en contra o a favor de la inmigración ilegal.
Conforme a estos simples cálculos, el máximo de deportaciones que podrá ejecutar el gobierno de cuatro años del presidente Trump, será de dos millones ciento noventa mil (547,500 por 4 años, es igual a 2,190,000).

Por otra parte existe la realidad de los indocumentados que son las fuerza laboral en la agricultura de los Estados Unidos, en las construcciones y otras labores que requieren abundante mano de obra en trabajos pesados.
Las empresas de agricultura y de construcción contratan obreros ilegales porque les pagan salarios muy baratos, sin prestaciones sociales de las empresas ni del Estado, no obstante que pagan los impuestos que conllevan todos los alimentos y productos que compran para su subsistencia.

El tercer asunto importante fue la orden ejecutiva firmada por el presidente Trump para no reconocer la ciudadanía norteamericana a los hijos de ilegales nacidos en el territorio de los Estados Unidos, que es un derecho garantizado por la Constitución.
Si los obreros indocumentados que trabajan en la agricultura, la construcción y otras labores pesadas viven permanentemente en los Estados Unidos con sus familias, sus hijos obligadamente tienen que nacer con la ciudadanía norteamericana conforme lo manda la Constitución.
Ya una juez federal puso alto a la orden ejecutiva del presidente Trump que viola la Constitución de los Estados Unidos al querer anular la ciudadanía por nacimiento de padres indocumentados.
Pero en este tema se presentan cientos de miles de casos de oportunismo perpetrado por mujeres turistas, muchas de ellas con alto nivel económico y social en sus países de origen, que ingresan con visas legales a los Estados Unidos en los uno o dos meses finales de sus embarazos con el calculado propósito que sus hijos nazcan en los Estados Unidos durante los seis meses de permanencia que les autorizan las visas de turistas, regresando a sus países con sus hijos constitucionalmente norteamericanos y portando pasaportes de los Estados Unidos.
Esto lo experimentan todos los oficiales de inmigración en fronteras y aeropuertos, cuando ven llegar a mujeres turistas con evidentes finales de sus embarazos. La orden ejecutiva debería de ser que los cónsules norteamericanos en todos los países, no concedan visas a mujeres embarazadas que busquen realizar sus partos en los Estados Unidos.
Desde su toma de posesión de la presidencia el 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump ha desatado un verdadero terremoto jurídico, un tornado que está arrasando con todas las instituciones norteamericanas, en unos casos con injusticias, pero en otros muy acertados y correctos.