DOS FUERON EJÉRCITOS REGULARES Y DOS FUERON EJÉRCITOS IRREGULARES
Las guerras civiles, siempre fratricidas, han sido el drenaje de los ímpetus del carácter nicaragüense, proclive a la solución de los problemas políticos y sociales de Nicaragua por medio de la violencia. Y vestir un uniforme militar ha sido el mimetismo oficial para convertir la violencia fratricida en una profesión políticamente justificable y socialmente aceptable.
Se pretexta en el texto de las Constituciones «que los ejército tienen la misión de defender la soberanía, la paz y las leyes de la República, etc.»
No obstante, es un hecho cuantificable y evidente que a lo largo de la historia de Nicaragua, muy pocos son los ejércitos han defendido la soberanía patria. El recuento de tales organizaciones militares que han funcionado para la defensa de Nicaragua, no suman ni los dedos de una mano en los últimos dos siglos.
Solamente cuatro ejércitos nicaragüenses han defendido la soberanía nacional de Nicaragua y, de ellos, dos eran ejércitos regulares, y los otros dos fueron irregulares.
No incluimos en este comentario a los ejércitos precolombinos que defendieron la soberanía de nuestra tierra contra la invasión española, cuando no existía Nicaragua como República, tema que será objeto de otro comentario.
El primer ejército que defendió la soberanía de la República de Nicaragua fue el Ejército del Septentrión, cuya División de Vanguardia y Operaciones, bajo el comando del Cnel. José Dolores Estrada Vado, vistió de gloria las armas nicaragüenses en la Batalla de San Jacinto en 1856, la página militar de mayor gallardía y orgullo para el pueblo de Nicaragua, que este 14 de Septiembre-2024 conmemora los 168 años de la heroica y gloriosa victoria sobre los invasores norteamericanos, mayores en número y superiores en armas, pero inferiores en coraje y fervor patriótico de nuestros soldados de caites y sombreros de palma que pelearon con fusiles de chispa, machetes y flechas del contingente de aborígenes matagalpinos.
No se trataba de una mezquina, politiquera y fratricida guerra civil, para sostener a un tirano en el poder; o para que uno de los llamados partidos políticos humillara al otro; sino el combate a muerte sin pensar en la procura de premios financieros ni piñatas sino la estricta defensa de la integridad de Nicaragua, invadida por las fuerzas mercenarias de William Walker a la cabeza de la falange filibustera norteamericana. La victoria nacional de San Jacinto, dio fuerza moral y coraje patriótico a los soldados nicaragüenses y centroamericanos para continuar la guerra por la soberanía, hasta derrotar a los invasores, aniquilarles y expulsar a los sobrevivientes.
El segundo ejército que cumplió su función de defensa nacional, fue el Ejército Nacional de Nicaragua del gobierno revolucionario del Gral. Jose Santos Zelaya, con la exitosa acción dirigida por el Gral. Rigoberto Cabezas Figueroa contra las fuerzas invasoras de la armada británica, que en 1894 dieron como fruto la Reincorporación de la Mosquitia, una superficie que es más de la mitad del territorio actual de Nicaragua, ocupada por los ingleses por más de dos siglos.
Posteriormente, en 1907, ese mismo Ejército de Nicaragua invadió a la República de Honduras, en respuesta al ultraje de nuestro territorio por el Ejército de Honduras que fue reforzado por el Ejército de El Salvador. El Ejército de Nicaragua logró vencer a los dos ejércitos combinados en la Batalla de Namasigüe y en todas las acciones de guerra, que culminaron con la derrota total de las fuerzas extranjeras.
Aquí las armas nicaragüenses, cubiertas ya de gloria en la Reincorporación, aumentaron sus laureles al defender la soberanía nacional de Nicaragua, en respuesta a la agresión de dos países centroamericanos.
El tercer ejército nicaragüense que defendió el honor y la soberanía, no fue un ejército oficial de Nicaragua, sino un ejército irregular, pero no por ello menos patriótico, sus acciones no tuvieron la culminación de una victoria militar, al contrario, sus jefes fueron asesinados y sus tropas aniquiladas. Quedó sin embargo el heroísmo y la gloria de la defensa legítima de la patria nicaragüense y su pueblo, de los que dieron la vida sin haber pedido clemencia ni recompensa ninguna, excepto que recibieron y deben recibir el tributo y la devoción de un pueblo orgulloso de su sacrificio e inmolación, que les da un lugar prominente en la historia.
Este tercer ejército era irregular y lo comandaron el Dr. y Gral. Benjamín Zeledón Rodríguez, que luchó hasta morir defendiendo la soberanía y el honor de Nicaragua, combatiendo a la primera invasión oficial de tropas de la Infantería de Marina de los Estados Unidos. Las acciones en El Coyotepe y La Barranca, en 1912, ambas en Masaya, fueron cruentas hasta la inmolación.
Los héroes nicaragüenses eran unos pocos y mal armados, que sucumbieron, pero jamás se rindieron a las fuerzas de la Infantería de Marina norteamericana. Los invasores extranjeros además contaron con el refuerzo total del ejército regular del régimen de Adolfo Díaz, y sus generales Emiliano Chamorro y Camilo Barberena, vendepatrias que pidieron a las tropas extranjeras invadir a Nicaragua para sostenerse y enriquecerse en el poder.
Las tropas norteamericanas, después de aniquilar a las tropas liberales y asesinar prisionero al Gral. Benjamín Zeledón, fueron agasajados por adictos al régimen de Adolfo Díaz en un bochornoso banquete en Granada, con discursos que se disputaban el primer lugar en sumisión a las tropas invasoras y un antipatriotismo que son la vergüenza de la historia nacional.
El cuarto ejército que enfrentó militarmente a tropas invasoras extranjeras en defensa de la soberanía, lo constituyó el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, EDSNN, organizado y comandado por el Gral. Augusto C. Sandino, un ejército irregular, hambriento, mal armado y peor vestido, surgido de las filas de la guerra civil Constitucionalista Liberal (19261927), cuando la Infantería de Marina de EE.UU. nuevamente invadió Nicaragua por otra invitación del mismo Adolfo Díaz, ocupando toda la geografía de Nicaragua, constituyéndose en la máxima autoridad.
Los norteamericanos implementaron una fuerza armada nicaragüense que les apoyara en la guerra contra Sandino y su ejército de campesinos. Para ello dieron cumplimiento a la ley creadora de la Guardia Nacional de Nicaragua, aprobada durante el gobierno conservador de Carlos José Solórzano en 1925 y modificada para la guerra en 1927.
El ejército de campesinos del Gral. Sandino combatió a esos invasores durante cinco años y cinco meses, librando más de 510 combates, hasta que la política del gobierno norteamericano decidió retirar sus tropas sin haber logrado aniquilar al ejército campesino. Sandino fue asesinado en Managua el 21 de febrero de 1934, tras una conspiración urdida por el gobierno de EE.UU. y ejecutada por el Gral. Anastasio Somoza García, cuando Sandino negociaba el fin de la guerra con el presidente Juan Baurista Sacasa.
La guerra entre el ejército de Sandino y los invasores norteamericanos, apoyada por la Guardia Nacional de Nicaragua, comenzó en Julio de 1927, con la Batalla de Ocotal en la que Sandino fue derrotado por la acción de una cuadrilla de aviones bombarderos, hasta el 1 de enero de 1933, cuando las tropas de la Infantería de Marina de Estados Unidos abandonaron Nicaragua, dejando al primer nicaragüense como Jefe de la Guardia Nacional: el Gral. Anastasio Somoza García, que era un civil hasta el día anterior y que antes de su nombramiento como General y como Jefe Director, no había tenido nada que ver en la guerra contra Sandino ni con la Guardia Nacional.
Poco más de un año después, el 21 de Febrero de 1934, durante su cuarta visita a Managua, el Gral. Sandino fue sumaria e ilegalmente fusilado por la Guardia Nacional. El Gral. Somoza aceptó la responsabilidad total en la decisión, planeamiento y ejecución de ese asesinato, pero realmente Somoza solamente cumplió con la conspiración creada por el Cnel. Henry Lewis Stimson y por el gobierno norteamericano encabezado por el presidente Franklin Delano Roosevelt.
El Gral. Somoza se autoincriminó como único responsable del asesinato de Sandino, para eximir a los norteamericanos como los autores intelectuales del crimen y por ello Somoza fue premiado por el gobierno de Roosevelt.
Quienes llegan a ostentar el poder en Nicaragua se auto glorifican defendiendo las guerras civiles, pero en estas guerras fratricidas las facciones son apoyadas por intereses extranjeros que proporcionan armas, dinero y entrenamiento. Sin embargo, los muertos y mutilados, de ambos bandos, confirman el fratricidio, porque todos los cadáveres, los inválidos, las viudas y los huérfanos, son todos hijos de Nicaragua.
Por eso es un deber de patriotismo verdadero honrar la memoria de los pocos ejércitos nicaragüenses que han defendido el honor y la soberanía de Nicaragua contra fuerzas invasoras extranjeras, aunque ello nunca se enseñe en las escuelas ni en las universidades de Nicaragua.
El tercer ejército mencionado que supuestamente defendió la soberanía de Nicaragua combatió en un alzamiento llamado la “Guerra de Mena “ por ser ejecutado por el general Luis Mena Vado a mediado de 1912 por haber sido desalojado de la cúpula del partido conservador que encabezaba Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro o mejor dicho una pomesa que el Fral Mena iba a fungir cómo candidato a la presidencia de Nicaragua al terminar el periodo de Adolfo Díaz, ya este mismo general Mena trató en hacerse presidente de Nicaragua en mayo del 1911 a la caída del poder del Gral Juan José Estrada Morales ( antiguo subalterno del Gral José Santos Zelaya ) pero cómo el vice- presidente de Nic en ese tiempo era Adolfo Díaz terminó el término del Gral Estrada en la presidencia de la republica. Ahora bien el Gral Mena espero su turno prometido pero el presidente Díaz se retractó de lo prometido y por consiguiente empezó esta rebelión de casi tres meses llamada cómo dije antes “ La Guerra de Mena “ aquí es donde APARECE el Gral Benjamín Zeledon a ponerse a las órdenes en.el lugar donde se encontraba el Gral Mena en.Masaya Nic hicieron una alianza el Gen Mene aportó su ejército y el Gra Zeledon su estrategia militar de cómo atacar a sus antiguos opositores en la guerra “ liberó- conservadora “ que había empezado en octubre de 1909 y terminada esa guerra en agosto de 1910 NADA DE DEFENDER LA SOBERANÍA acomo dice este escrito del Lic Nicolás López Maltez, fue solamente ayuda a una fracción de un Nicaragüense me refiero al Gra Mena para combatir a otros que eran Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro, lo que pasó es que las fuerzas conservadoras en Managua ( Díaz y Chamorro ) casi iban perdiendo la guerra y cómo el gobierno está empeñado con los banqueros de EEUU pidió ayuda al Dept de estado para que enviaran marinos a Nicaragua para la pirtexion de los extranjeros y cuidarnos americanos que vivían en Nicaragua lo anterior fue el pretexto pero la realidad era para toda la protección de los arreglos conocidos cómo “ los pactos Dawson “ que estaban por ser liquidados y así los banqueros de EEUU no querían perder sis inversiones pues por eso lkegaron los marinos a ayudar a la mancuerna Díaz- Chamorro en salvar sus intereses. A todo esto al ver el Gral Zeledon que el grueso de los soldados rebeldes al mando del Gral Mena se rindió y toda su tropa en Granada donde se encontraban, el Gra Zeledon dejó de atacar a las fuerzas de Díaz Y Chamorro y empezó Dede el 24 de sept de 1912 a enviar CARTAS NO BALAS a los marinos acantonados ya en Nicaragua específicamente en la ciudad de. Masaya pero los yankes no le hacían caso de las propuestas de paz de Zeledon y así pasó otra semana esta vez enviiando cartas a sus familiares cómo si fuera un poeta o que según el tenía la razón cuando en realidad el plan de su socio el Gral Mena era de conquistar el poder que Díaz y Chamorro de le habían adelantado,Ahora bien cómo Zeledon no se rindió físicamente tampoco atacó a los marinos ni emboscadas les hizo más bien el 4 de octubre de 1012 huyó del cerro el Coyotepe dejó a sus soldados a la deriva y una soldadesa o militares del gobierno de Díaz acabaron con el ,todo lo anterior es cómo tal sucedieron los hechos, NADIE sabe si Mena y Zeledon que hubieran hecho con Nicaragua si Díaz y Chamorro no hubieran pedido el auxilio de los Marinos porque el Gral Luis Mena Vado el causante de la “ guerra de.Mena “ no era en sí una persona que pensaba una vez en el poder dejaría ese puesto democráticamente. el resto es historia.
Quise decir en el comentario anterior 4 de octubre de 1912 ( no 4 de octubre de 1012 por error )