Esta historia es el RESUMEN del Capítulo 4 del Tomo UNO de la serie de libros: «Historia de la Guardia Nacional de Nicaragua» por el Lic. Nicolás López Maltez.
(ED581 Septiembre 2024). 1926 La Guerra Constitucionalista Liberal contra los gobiernos conservadores de Emiliano Chamorro y Adolfo Díaz. En 1926 Nicaragua estaba ocupada por las tropas norteamericanas, que había comenzado en 1912. En 1925 hubo elecciones libres que las ganó Carlos Solórzano, y las perdió el Gral. Emiliano Chamorro. El 28 de agosto de 1925 decidió perpetrar el golpe de estado derrocando al Presidente conservador Solórzano y al Vicepresidente liberal Juan. B. Sacasa. Los liberales decidieron lanzarse a la guerra civil. El 2 de Mayo de 1926 los liberales iniciaron las operaciones militares de rebeldía contra el régimen de Chamorro. El Gral. Luis Beltrán Sandoval Gómez, con el apoyo del Dr. Jorge Hodgson, Carlos Pasos, Diego Navas, Hildebrando Correa y otros liberales, en una audaz acción, procedieron a asaltar la Intendencia de Policía de la ciudad de Bluefields. Beltrán Sandoval operó en las calles de Bluefields, mientras Hodgson operó en un pequeño barco de gasolina por mar. Desarmaron a los policías y capturaron a los Generales Conservadores Marcelo Gómez, José María Mencías y José Antonio Novoa. En la mañana del 2 de Mayo de 1926, la ciudad de Bluefields estaba en poder del Gral. Luis Beltrán Sandoval y sus rebeldes liberales.
Así comenzó la Guerra Constitucionalista Liberal, paara derrocar al régimen golpista del Gral. Chamorro y restituir en el poder presidencial al Vicepresidente derrocado por el golpe de estado El Lomazo, al Dr. Juan Bautista Sacasa, porque el Presidente Solórzano ya había renunciado y no le interesaba la presidencia. Tras las acciones de Sandoval y Hodgson, la insurrección se inició y todos los liberales se aprestaron a la guerra. El Dr. Sacasa se dirigió a Washington para solicitar y exponer al Presidente de EE.UU., John Calvin Coolidge que, conforme a los Tratados de 1907 y 1923, le apoyaran a instalarle en la Presidencia de Nicaragua; pero Estados Unidos ya tenía su propio proyecto en el que Sacasa no estaba incluido. El Vicepresidente Sacasa, al no conseguir que le escuchasen en Washington, decidió dirigirse a México a pedirle armas y apoyo al Presidente Plutarco Elías Calles, quien le concedió a Sacasa dinero y armas para apoyar la Guerra Constitucionalista Liberal.
El Gral. Luis Beltrán Sandoval no tenía recursos ni armas para mantener la ocupación de Bluefields y abandonó la ciudad, pero antes obligó al gerente de la sucursal Banco Nacional que le entregara C$250,000 córdobas también obligó a la compañía United Fruit Company a que le cambiara C$ 50,000 córdobas por US$50,000 dólares que se los envió al Dr. Juan Bautista Sacasa que ya estaba en Guatemala para comprar armas. Beltrán Sandoval recomendó a Sacasa que llamara al Gral. José María Moncada que se encontraba en Panamá, para dirigir la guerra. Sandoval y Moncada se reunieron con Sacasa en Guatemala. Con el dinero tomado del Banco Nacional en Bluefields compraron las embarcaciones «La Carmelita» y «Cinco Estrellas».
El presidente Plutarco Elías Calles, les dio otras tres embarcaciones: «Concón», «Foam» y «Tropical» en las que transportaron armas y municiones desde México, logrando exitosos desembarcos en Prinzapolka, Río Grande y Puerto Cabezas. Los éxitos de los revolucionarios liberales fueron limitados por las fuerzas armadas de Estados Unidos, que ocupaban Nicaragua desde 1912, procediendo a invocar «el derecho de proteger la vida y propiedades norteamericanas y extranjeras», declararon zonas neutrales los bastiones al alcance de los rebeldes. Barcos de guerra del US Navy anclaron en la Costa Atlántica (Caribe) de Nicaragua, para garantizar las zonas neutrales.
Los reclutas de la Guardia Nacional de Nicaragua, que aún estaban en proceso de entrenamiento, fueron movilizados por el régimen de Chamorro para combatir a los revolucionarios liberales en la Costa Caribe. De los 225 alistados de la Guardia Nacional, una parte murió en combates, otros fueron hechos prisioneros, varios desertaron y otro grupo se pasó a las filas de la revolución liberal. Después de estas acciones, solamente quedaron disponibles en las filas de la Guardia Nacional 95 soldados,que fueron utilizados como custodios de las propiedades del gobierno.
El Mayor USMC (r) Calvin Brooks Carter, primer Jefe de la Guardia Nacional se opuso a las órdenes de Chamorro de usar a los reclutas de la Guardia para lanzarlos a la guerra contra los liberales. Y por esa razón el Mayor Carter renunció a la Guardia Nacional y se fué de Nicaragua. Los liberales llevaron su ejército rebelde y su lucha desde la victoria en la Batalla de Laguna de Perlas hasta sonadas victorias en Chontales y Boaco, remontando la espesa selva y las montañas de Nicaragua.
Buscando como frenar la revolución liberal, Estados Unidos apresuró la destitución del Gral. Chamorro invocando el Acuerdo Centroamericano de Paz y Amistad y la Convención sobre limitación de armamentos de 1907 y 1923. Estos acuerdos tuvieron como principal objetivo el compromiso de no reconocer a ningún gobierno surgido de golpes de estado. Invocados esos tratados, Estados Unidos no reconoció al gobierno golpista del Gral. Emiliano Chamorro y lo destituyó. El 30 de Octubre de 1926 el Gral. Chamorro se vió obligado a entregar el poder al nuevo Presidente del Congreso Nacional, Senador Sebastián Uriza. Para alejar a Chamorro de toda actividad o influencia política o militar en Nicaragua, el gobierno de John Calvin Coolidge le castigó con guantes de seda nombrándole «Embajador Plenipotenciario de Nicaragua» ante varios países europeos.
El exVicepresidente Sacasa, por su alianza con México y especialmente con el Presidente Plutarco Elías Calles calificado bolchevique por Washington, fue marginado y excluido del proyecto de EE.UU. en Nicaragua, y el gobierno del Presidente Coolidge impuso en la Presidencia de Nicaragua, por segunda vez, al contador Adolfo Díaz, que era el mismo comodín que Estados Unidos había impuesto tras derrocar al Gral. Zelaya. El nombramiento de Adolfo Díaz el 11 de Noviembre de 1926, se hizo sustentándose en el Art. 106 de la Constitución que determinaba que «en ausencia o falta del Presidente y el Vicepresidente, el Congreso Nacional debía designar a uno de sus miembros para concluir el período presidencial inconcluso».
Los norteamericanos consideraron que tanto el Presidente Carlos José Solórzano, como el Vicepresidente Juan B. Sacasa estaban fuera de Nicaragua. El Presidente Calvin Coolidge envió a Lawrence Dennis, Encargado de Negocios, para asegurar la destitución de Chamorro (quien obedeció sumiso), e instaló a Díaz Recinos. Un mes después de ser destituido, en Diciembre de 1926, el «embajador plenipotenciario» Emiliano Chamorro junto con su esposa Lastenia Enríquez fueron enviados a Europa con un salario mensual de U$1,500 dólares que para esa época era una fortuna.
Aparte de turismo, Chamorro no ejerció ninguna función consular ni diplomática y cuando retornó a Nicaragua en 1928, dos años después, vía Nueva York, Panamá, San Juan del Sur, Nicaragua había cambiado. Chamorro llegó a Granada, pero no volvió a tener fuerza política ni militar, pues en su ausencia ya la Guardia Nacional de Nicaragua estaba consolidada con oficiales norteamericanos y en plena guerra contra las columnas guerrilleras del Gral. Sandino.
Los liberales alzados en armas se negaron a reconocer a Díaz Recinos como legítimo presidente de Nicaragua, todo lo contrario, consideraron que su nombramiento era una afrenta mayor para la legitimidad y soberanía de Nicaragua y consideraban que lo constitucional era entregar el poder presidencial al Dr. Juan Bautista Sacasa. De manera que continuaron con más intensidad la guerra con el propósito de derrocar al nuevo Presidente Díaz impuesto por Estados Unidos.
Lawrence Dennis convocó a los rebeldes liberales y al régimen conservador a platicar a bordo del barco de guerra norteamericano USS Denver en Corinto, para acordar el fin de la guerra, alegando que el perpetrador del golpe de estado había sido destituido, pero era necesario reconocer al gobierno de Adolfo Díaz, porque ya estaba reconocido por Estados Unidos como presidente legítimo, y «Estados Unidos no podía equivocarse». El diálogo a bordo del USS Denver, fracasó.
El 15 de Noviembre de 1926, el nuevo Presidente Adolfo Díaz, haciendo referencia a México como país agresor de Nicaragua, pidió «protección» al gobierno norteamericano, lo que produjo el regreso de tropas norteamericanas en mayor cantidad para invadir y ocupar a Nicaragua como país vencido en guerra.
Diecisiete (17) meses después de la salida de los cien marinos de la Guardia de la Legación, las tropas norteamericanas regresaron. Eso significó que los revolucionarios liberales nicaragüenses fueron artificialmente convertidos en «agresores mexicanos», o sea extranjeros nicaragüenses invadiendo a Nicaragua, y las tropas norteamericanas en «aliadas» de Nicaragua.
El 17 de Noviembre de 1926 dos días después que Adolfo Díaz pidió «protección» ante la agresión bolchevique de México, Estados Unidos reconoció oficialmente al Presidente Díaz como legítimo presidente de Nicaragua. El 30 de Noviembre de 1926 el Dr. Juan Bautista Sacasa desembarcó en Puerto Cabezas, declarando: «estableceré mi gobierno en territorio nicaragüense, apoyado y reconocido por México».
El 2 de Diciembre de 1926, Sacasa declaró a Puerto Cabezas como Capital de Nicaragua y reclamó la Presidencia de Nicaragua porque «me encuentro presente en el territorio nacional y el exPresidente Solórzano, que tendría prioridad para reclamar la primera magistratura, está ausente de Nicaragua y ha manifestado que no tiene ningún interés en retornar al país». Sacasa formó un gabinete de Ministros, el principal fue el Gral. José María Moncada, nombrado Ministro de Guerra.
El 24 de Diciembre de 1926 dos cruceros de guerra norteamericanos USS Cleveland y USS Denver desembarcaron tropas norteamericanas al mando del Almirante Julián Lane Latimer y ordenaron al Gral. Moncada y sus tropas Liberales que desalojaran Puerto Cabezas, porque la declararon zona neutral, y para permanecer en el puerto, tenían que entregar todas las armas. Moncada y Sacasa tuvieron que retirar sus tropas de Puerto Cabezas, pero ahora empecinados en continuar la guerra en el resto del territorio nacional de Nicaragua.
Esta guerra civil fue determinante para el destino de la Guardia Nacional de Nicaragua, que como institución militar había permanecido ivernando y el desempeño militar de los reclutas de la Guardia Nacional fue un total fracaso porque no tuvieron voluntad ni motivación, porque se les pedía exponer sus vidas para sostener al régimen del Gral. Emiliano Chamorro y el de Adolfo Díaz.
El 6 de Enero de 1927 desembarcaron más fuerzas militares norteamericanas solicitadas por el Presidente Díaz, que invadieron Nicaragua para sostener en el poder al presidente Díaz nombrado por Washington, bloquear la capacidad militar de los revolucionarios liberales.
En una flota de 16 barcos de guerra de Estados Unidos, un contingente de 4,000 marines, 870 navegantes y personal militar; y 215 oficiales arribaron a Nicaragua tanto al Puerto de Corinto en la costa del Pacífico, como a los puertos de Bluefields y Puerto Cabezas en el Atlántico (Caribe). Las fuerzas norteamericanas no interfirieron en las operaciones del ejército gubernamental conservador, pero hostigaron a las fuerzas revolucionarias liberales, funcionando como un apoyo militar al gobierno de Adolfo Díaz. El Mayor Daniel Rodríguez, oficial norteamericano retirado asumió la jefatura de la Guardia Nacional.
El 7 de Marzo de 1927 desembarcó en el Puerto de Corinto un tercer contingente de 2,000 infantes de marina al mando del Mayor Gral. Logan Feland quien declaró que venía «a resolver de una vez por todas el problema de Nicaragua». Los US Marines fueron distribuidos en Comandos en todas las ciudades y pueblos de todos los departamentos de Nicaragua, especialmente a lo largo de la vía del Ferrocarril, entre Corinto y Granada. El 15 de Marzo de 1927 en franca protección al ejército gubernamental conservador, los militares norteamericanos declararon «zona neutral» a la ciudad de Matagalpa, cuando estaba a punto de caer en poder de las tropas liberales.
El 18 de Marzo de 1927 se realizó la primera misión del escuadrón aéreo del Mayor US Marine Ross Erastus Rowell, cuando los pilotos informaron los pormenores de la batalla de Muy Muy en el departamento de Matagalpa, entre los revolucionarios liberales y las tropas del gobierno conservador. Los aviones se mantuvieron únicamente como observadores sin participar en el combate.
Pero los pilotos Lee Mason y William Brooks, dos mercenarios norteamericanos contratados por Adolfo Díaz, participaron en la batalla de Muy Muy atacando las posiciones liberales con las bombas caseras, mismas que utilizaron para bombardear e incendiar Chinandega lanzando bombas de cartuchos de dinamita amarrados a botellas de amoníaco contra los revolucionarios liberales.
De nada sirvió al ejército gubernamental Conservador el armamento superior suministrado por Estados Unidos ni su «fuerza aérea». La pasión de los liberales por la lucha les llevaba de un triunfo a otro, sin experimentar derrotas. El Gral. José María Moncada, después de la victoria liberal en el combate de Laguna de Perlas, avanzó con el Ejército Constitucionalista Liberal hasta el Departamento de Matagalpa y derrotó a las fuerzas del gobierno conservador en la batalla de Muy Muy, a pesar del apoyo aéreo de los mercenarios norteamericanos, los conservadores fueron arrojados de sus posiciones por las fuerzas liberales.
El 24 de Marzo de 1927 Estados Unidos vendió a «precios especiales» (gratuitamente) al gobierno de Díaz 3,000 rifles Krag, 3 millones de bandas de municiones y 200 ametralladoras Browning. Fue sin duda un esfuerzo para salvar al gobierno de Díaz de las embestidas de los revolucionarios Liberales. El 28 de Marzo de 1927, la columna al mando del general liberal Augusto C. Sandino, que participaba en la guerra, se tomó la ciudad de Jinotega y organizó el gobierno departamental con autoridades liberales. Desde la victoria en Laguna de Perlas el 25 de Diciembre de 1926, el ejército constitucionalista venció a las tropas gubernamentales de Adolfo Díaz en Matiguás, puerto de montaña en la entrada a los llanos de Chontales y Matagalpa.
Vencieron en El Chompipe, Tierra Azul, Cerro del Caballo, Muy Muy, cuando todavía «el tren de guerra» no había terminado de salir de la inmensa selva caribeña. Los éxitos liberales en los campos de batalla continuaron en Palo Alto, Cumaica, Las Mercedes y otros.
Ante la inminente victoria de los liberales y la visible derrota del gobierno de Adolfo Díaz y el verdadero peligro de ser aniquilados, el 31 de Marzo de 1927, en Washington, el Presidente John Calvin Coolidge se reunió con el Cnel. Henry Lewis Stimson a quien el Presidente encomendó la misión de viajar a Nicaragua investido de superpoderes para imponer la paz de cualquier manera y sin importar que el costo fuese alto. Henry Lewis Stimson no era un individuo ordinario de la administración norteamericana. Stimson como Secretario de Guerra hizo la escogencia en 1945 de las ciudades de Hiroshima y Nagasaky como objetivos de las bombas atómicas contra Japón que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial y es considerado el principal arquitecto de la política exterior de EE.UU. en el siglo XX.
El 21 de Abril de 1927, las tropas del gobierno recibieron importantes refuerzos enviados por el Presidente Adolfo Díaz y se dispusieron a derrotar al Ejército Constitucionalista Liberal. Con el nuevo refuerzo el ejército del gobierno logró contener en Boaco al ejército revolucionario; pero el destino de las acciones se transformó y revirtió, cuando irrumpieron en el teatro de operaciones las columnas combinadas de los generales Francisco Parajón, Augusto C. Sandino y Camilo López Irías, que llegaban desde Jinotega.
Columnas que sumaban cerca de 1000 soldados revolucionarios liberales con caballería, arremetiendo contra los conservadores, contribuyendo fuertemente a desarticular completamente al ejército del gobierno de Adolfo Díaz. El Gral. Moncada no esperaba esta ayuda providencial que ayudó a destruir a las fuerzas conservadoras. La columna con caballería e infantería estaba formada por las fuerzas del general Francisco Parajón, que habiendo sido desalojado de Chinandega, se replegó al Norte y se unió a las tropas del Gral. Augusto C. Sandino que operaba en Las Segovias.
Otro tanto hizo el Gral. Camilo López Irías con su columna liberal de Estelí. De manera que el refuerzo recién llegado lo conformaban tres grupos, siendo el del Gral. Sandino el más numeroso. Las fuerzas gobiernistas, desconcertadas, huyeron hacia Boaco, y en el camino tuvieron que quemar su tren de guerra (vituallas y municiones) para que no cayera en manos de los liberales, cuando ya eran las dos de la madrugada del 22 de Abril de 1927, cuando estaba finalizando una sangrienta Semana Santa.
Los principales jefes militares conservadores, generales Carlos Rivers Delgadillo, Alfredo Noguera Gómez, Bartolomé Víquez (La Julunga), Gustavo Argüello, José María Mayorga, Adán Vélez, José Solórzano Díaz, Diego Vargas Abaúnza, Arturo Cruz Hurtado y otros, se dieron perfecta cuenta que su ejército gubernamental estaba derrotado y que la Segunda República del poder conservador de 18 años, desde la caída de Zelaya, estaba llegando a su fin, pues el representante del presidente de EE.UU. había venido a negociar con el jefe militar liberal, Gral. Moncada, y no con los conservadores ni con Juan B. Sacasa.
Con estas victorias militares los liberales habían logrado casi el triunfo total de la guerra. Solamente quedaba rematar con el golpe final, para destruir a las tropas del gobierno, que en su mayoría eran campesinos obligados a combatir, y estaban a dos días para entrar triunfales a Managua y tomar el poder.
Pero todo quedó frustrado cuando Stimson y Moncada pactaron el fin de la revolución y de la guerra en el llamado Pacto del Espino Negro el 4 de Mayo de 1927, de donde salió ungido el Gral. Moncada para candidato a la presidencia, elecciones que ganó Moncada, el primer liberal desde la caída de Zelaya. Desde entonces Nicaragua no ha tenido ningún gobierno Conservador.
No fue cómo dice el Lic Maltez que recomendó el Gral Luis Beltrán Sandoval al Dr Juan B Sacasa para que el Gral Moncada fuera el jefe del ejército liberal constitucionalista es más cuando el Gral Moncada estaba como exiliado político en Costa Rica ( no en Panamá a cómo dice el Lic Maltez ) éste llegó a Bluefields a ponerse a las órdenes del Gral Luis Beltrán Sandoval ( después del 2 mayo de 1926 ) pero el Gra Sandoval le dijo que no le iba o delegar tropa a su mando por la experiencia del Gral Moncada en la revolución “ liberó- conservadora “ cómo jefe que fue en esa querrá,de 1909. en contra de la dictadura del Gral Zelaya, más bien le dijo que si quería pelear por la causa liberal lo tenía que hacer cómo simple soldado al cual el Gral Moncada aceptó, Ahora bien el presidente defacto Gral Emiliano Chamorro envió un contingente de soldados a combatir a los revolucionarios liberales de Bluefields y es aquí que el Gral Moncada combatió cómo simple soldado salió herido en un hombro y los revolucionarios fueron derrotados y el Gral Moncada regresó a Costa Rica, más adelante cuando el Dr Juan B Sacasa estaba en Guatemala en una lugar de nombre “ La pensión febré “ llegó una comisión de la costa encabezada por un señor apellido Hooker a solitar que el Gra Moncada fuera el jefe del ejército liberal al cual el Dr Sacasa se negó él ya tenía el candidato para ese cargo, entonces el Sr Hooker le dijo al Dr Sacasa si Moncada no es el nombrado que no cuente con la ayuda de la costa para la revolución y así se despidió de el, a su regreso fue alcanzado por un correo con una carta personal que el Dr Sacasa nombraba al Gral Moncada organizador y general en jefe de los liberales constitucionalista, Lo anterior fueron los pormenores o mejor dicho la secuencia de cómo el Gral Moncada llegó a tomar el mando de los liberales alzados. Otra cosa entre Sandoval y Moncada hubieron situaciones tensas una de ella es que el Gral Moncada quería saber por adelantado las intenciones de los marinos acantonados en Bluefieldso a bordo del acorazado “ Roschester “ con el almirante Latimer y esto no era del agrado del Gral Sandoval y a veces enviaba correos al secretario o miembro del gabinete del presidente Plutarco Elías Calles de México , me refiero a Emilio Portes Gil que más tarde también fue presidente de ese país poniéndosele al tanto de la situación y pidiendo instrucciones al cual Portes Hill contestaba tener prudencia, Volviendo al caso de Moncada con Latimer le preguntó que si elllos iban a apoyar al gobierno de Díaz con armas y municiones al cual Latimer contestó que eso no sucedería entonces el Gral Moncada le constestó “ nos vemos en Managua “ y llegó a Managua. Otro error del Lic Maltez de su escrito es que dice que el Gral Moncada fue obligado a desocupar Puerto Cabezas con el Dr Sacasa por razones de las zonas neutrales, al cual no es cierto después de la batalla de lagunas de perla realizada el 22 y 23 de dic de 1926 el Gral Moncada quiso reunirse con el Dr Sacasa de Puerto Cabezas pero no se pudo llegó hasta Prinzapolka el 26 de dic de 1926 aquí llegó Sandino a Presentarse por primera vez ante Moncada a pedir armas para unirse a la revolución liberal le leyó al Gral Moncada un memorial que trajo de México donde en parte decía que si la revolución liberal triunfaba se le quitaría las tierras a los ricos para distribuirla a los pobres, el Gral Moncada le negó las armas por ser un lenguaje de comunismo no de la constitucionalidad que era el motivo principal de la revolución liberal, se regresó a Puerto Cabezas y después se fue para Jinotega allí se enranchó hasta que llegó el Gral Parajon de Chinandega para que se incorporara al grueso del ejército que peleaba en el centro del país etec etec, También NADIE es sabio solo DIOS pero el Lic Maltez menciona a Stimson de su cargo cómo ministró de la guerra de EEUU en 1945 cuando fue el encargado de lanzar las dos bombas atómicas en Japón, lo anterior NADA tiene que ver con su actuación en 1927 en Nicaragua es más Henry Stimson en esa fecha era miembro del partido republicano había sido ministró de la guerra en EEUU en 1914 en el año 1917 se enlisto en Francia en las fuerzas de los americanos ya de 50 ańos de edad y por eso le dieron el grado de coronel, en 1926 anduvo por Peru frontera con Chile en conflicto entre esas naciones por motivos de territorios entre esos países en disputa , después llegó a Nicaragua en 1927 después lo nombraron en 1928 gobernador en las Filipinas , todo lo anterior en administración del partido republicano.de EEUU . Cuando dejó la secretaría de estado el 4 de marzo de 1933 de la administración de otro republicano el presidente Hoover, NUNCA más pensó volver hacer o trabajar para el gobierno de EEUU, si no hubiera habido otra querrá mundial que empezó en 1939 ya el partido demócrata en el poder NADIE se hubiera acordado de él, pero el Lic. Maltez lo menciona cómo un “ tirano “ de la política gringa y más su misión de paz y realizarla en Nicaragua que primero se entrevistó con el presidente Díaz el 22 de abril de 1927 después inviitó REPITO invitó al Dr Juan B Sacasa que estaba en Puerto Cabezas el 27 de abril de 1927 éste se negó a venir a Managua pero si envió un comisión de su gabinete de tres miembros los cuales estuvieron conversando con Stimson en Managua los días 29-30 y 1 de mayo de 1927 y de aquí REPITO de aquí salió la idea de los delegados de Sacasa de involucrar al Gral Moncada en las negociaciones de paz, todo fue una secuencia INVOLUCRARLOS a todos en los términos de paz, nada de ambiciones personales y por primera vez Nicaragua tuvo un cambio de gobierno que el partido perdedor estuvieron sus principales miembros del gobierno saliente en persona, NUNCA a esa fecha del 1 de enero de 1929 había sucedido un acontecimiento que al fin la democracia había triunfado.por la decisión de los votantes varones inscritos en esa época a como lo contemplaba la constitución.