OTRA VEZ NO HUBO CANAL INTEROCEÁNICO… NI LO HABRÁ

Una vez más desapareció la ilusión de la construcción de un Canal Interoceánico por Nicaragua, al derogarse la ley 840, especial para el desarrollo de la infraestructura y construcción del canal interoceánico y una zona de libre comercio incluida, con la concesión al oscuro chino Jing Wang, que resultó ser un pobre estafador indigente. Esa ilusión del Canal por Nicaragua estaba anunciada como la competencia superior al Canal de Panamá, algo que nunca permitiría –ni permitirán– los Estados Unidos.
Después del frustrado proyecto con el chino Wang Jing, se inició el rumor que la República China, con su actual poder económico y político, tiene interés en construir el Canal por Nicaragua; pero es muy improbable que China quiera enfrentarse a los intereses que los norteamericanos tienen en el Canal de Panamá, lo cual sería un riesgo de desatar un conflicto de insospechadas proporciones.

El sueño del Canal Interoceánico por Nicaragua ha sido una idea con más de cinco siglos de antiguedad, desde que España lo intentó. La misma idea la tuvieron los ingleses usando a Costa Rica cuando trataron de apoderarse del Río San Juan y del lago Cocibolca, pero lograron robarle a Nicaragua las provincias de Nicoya y Guanacaste para llegar al borde del río San Juan, pero encontraron la oposición de Estados Unidos, que terminaron por quitarle a Colombia el territorio de Panamá en 1903 para construir el canal, eliminando la posibilidad de construirlo por Nicaragua, a quien le amarraron las manos con el tratado Chamorro-Bryan y luego Estados Unidos invadió Nicaragua para evitar que a otra potencia se le ocurriera pactar con Nicaragua para construir otro canal.
Ya el 27 agosto 1849 el gobierno de Norberto Ramírez, Supremo Director de Estado de Nicaragua, firmó contrato de canalización en el Río San Juan con American Atlantic & Pacific Ship Canal Company, pero no se logró nada.
Cornelius Vanderbilt también proyectó construir el canal por Nicaragua cuando operó su Compañía Accesoria del Tránsito, pero se apareció William Walker con la intención de arrebatarle la compañía a Vanderbilt y se desató la Guerra Nacional que finalizó con el fusilamiento de Walker en Honduras, pero no se construyó ningún canal.
Mientras exista el Canal de Panamá, que siempre es controlado por Estados Unidos, esta potencia no permitirá que se construya otro canal que perjudique sus intereses.